sábado, 25 de junio de 2011

Caso Ángora

En el caso que tenemos entre manos hay que visualizar un objetivo final. Nuestro objetivo es reactivar la acción de Ágora. Esta asociación, que tanta repercusión ha tenido en la actividad cultural de la población desde su nacimiento hasta los últimos años, se ve sumida en un estancamiento profundo. Con el paso del tiempo se ha quedado desfasada, ha perdido su rumbo y su concepción primaria está desvinculada con la realidad actual.

Necesitamos un cambio.

Eso es lo que reivindica esta vanguardia de la que formo parte. Para ello hay que partir de la observación de los objetivos que fueron detonantes de su creación y su vinculación con la realidad contextual. Una vez analizados estos puntos, debemos llevar a cabo la misma tarea pero refiriéndonos a las metas que se quieren alcanzar AHORA y al contexto actual, para posteriormente poder contrastarlos, reforzarlos y buscar alternativas.

Los criterios por los que se constituyó la asociación fueron los siguientes:

- Fomentar la participación activa de los ciudadanos en la vida cultural del municipio.
- Difundir y promover el patrimonio tangible e intangible del municipio.
- Promover y apoyar la inquietud, el talento y la creatividad artística de los ciudadanos del municipio, en especial de los jóvenes.

Estos criterios estaban vinculados con el contexto de la transición y la necesidad de activación de la vida cultural de la población. En los últimos años se ha producido una serie de cambios en la esfera económica, política y cultural. Estos cambios se localizan en la forma de estructurar la cadena de producción, donde la información y el conocimiento han cobrado un papel fundamental, sirviéndose las nuevas tecnologías 2.0 como principal herramienta. Han surgido nuevos modelos de negocio que fomentan y protegen la producción colectiva.

Sin embargo, el estancamiento de Ágora se ha producido por dos causas. La primera es que Ágora no ha previsto ni ha sabido adaptarse al cambio de la economía tradicional en una economía abierta, regida por el PROCOMÚN. Esto es que lo importante no es la producción y comercialización de productos, sino la creación de valor para la comunidad. La segunda causa ha sido que el ayuntamiento ha ido ganando terreno a su actividad por medio de un uso de los recursos financieros, por lo cual se ha colocado en una posición aventajada respecto a Ágora, que ha quedado delegada a una segunda posición respecto a la gestión cultural de la población.

El secreto está en disipar la línea entre los implicados directos e indirectos de la actividad de Agora. Disponer de una red de prosumidores que convierta a los usuarios pasivos en participantes de la misma y viceversa. El término prosumidor resulta de la mezcla de productor y consumidor, y viene a designar cómo los clientes participan en la creación de productos de un modo activo y continuado. De esta forma, se requiere una buena promoción de la cultura y de las actividades que se realicen en el centro.

Estas actividades, a su vez, deben orientarse de tal forma que impliquen al propio espectador y le haga formar parte del mismo, dando la oportunidad de que cada persona pueda colaborar de la forma que le sea posible.

A continuación presentaremos un listado de actividades que se realizarán en el contexto de Agora:

- Jornadas de teatro y cine.
- Talleres y certámenes literarios.
- Exposiciones de arte gráfico y fotografía.
- Conciertos y certámenes musicales.

La gestión de la propiedad intelectual se realizará a través de un Modelo de propiedad intelectual abierta. Lo más importante en un modelo de propiedad intelectual abierta es crear un proyecto que favorezca y que tenga valor para muchas personas, no solo pensando en los beneficios obtenidos para una empresa individual, sino creando un valor común. Para ello hemos propuesto adquirir una licencia Creative Commons para toda actividad o forma artística que se genere en el marco de la asociación. Estas licencias no quieren decir que las obras tengan copyright, sino algo un tanto diferente. Las licencias Creative Commons ofrecen derechos a tereceras personas sobre nuestras obras determinados por unas ciertas condiciones. Existen seis licencias de Creative Commons que se derivan del grado de adaptabilidad al uso de las obras por parte de terceras personas. En nuestra asociación, nos interesa que las obras que se generen un valor con el que se construya la comunidad, para ello hemos elegido la licencia Reconocimiento-Compartir Igual (by-sa). Con esta licencia, permitimos la creación de obras a partir de la modificación de la original y su uso comercial, siempre y cuando todas estas nuevas obras se regulen por la misma licencia.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/evaluacion-modular-1-parte.html

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